Recuerdo que todas las leyendas que nos decían sobre el pozo de la casa y su palo seco, como no crecí mas rápido para saber que lo único que hacia era comerse vivas a las gallinas
Lo he visto tantas veces partir hacia haya que me pregunto que mundo existirá después de esa puerta, lo curioso es que casi todo el tiempo regresaba sorprendiéndome con una fruta o un par de pinzas para que le quitara los ajuates que se metían en sus dedos